Leyendo cosillas sobre la carrera espacial rusa he terminado cayendo en el lado más triste de la maquinaria soviética. Aunque en Europa se ha silenciado a lo largo de la historia, los mayores genocidios y barbaridades humanas en el mundo occidental fueron perpetrados por los regimenes comunistas de Lenin y Stalin contra el pueblo Ucraniano y no por Alemania como generalmente se cree. Más de 7 millones de personas (según las versiones menos extremistas) fueron asesinadas lentamente, las mujeres Ucranianas eran violadas sistemáticamente y se obligaba a la población a morir de hambre como medida de presión.
En Ucrania no quedó ni un sólo perro, gato o pájaro con vida debido al hambre, pese a que se trata de uno de los países más fértiles del mundo, y 25.000 personas eran asesinadas diariamente. Una pena.
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Quiero creer que la teoría que defiende que descendemos de aquel primer humano que mataba a los demás para robarles su comida, es decir, del asesino y el ladrón- y no de aquellos que compartían- no tiene porque significar que casi todos los descendientes de aquellos hominidos peludos seamos malos, algo habremos «evolucionado»; pero me cuesta encontrar «qué» es lo que hace al ser humano a veces tan enemigo e injusto consigo mismo o con los animales y «qué» es lo que mantiene que pese a haber llegado a la luna, logrado nacimientos artificiales y hasta estemos encontrando las claves para conseguir la invisibilidad (en serio) etc etc etc, sigamos siendo capaces de seguir matandonos unos a otros, cada vez con más perfección técnica, pero de igual manera y quizás incluso con más odio que los primeros homo sapiens que poblaron la Tierra.
Creo que el egoismo y el ego (la ambición es peligrosa) tienen bastante que ver, pero hay un factor moral que algunos no podemos superar y separa al verdadero «cabrón de ser humano» del resto. Por fortuna yo he tenido mucha suerte con la gente con la que he topado, pero también he conocido a unos cuantos indeseables de esos que viven de aprovecharse de los bugs de las cosas (robando y estafando) y de las personas (engañando y manipulando), y que basan su felicidad en la desdicha de otros o como mínimo les traen al fresco los semejantes para cualquier otra cosa que no sea sacar provecho. Ante mis ojos he visto, por ejemplo, como alguien hacía perder su trabajo a otra persona, mintiendo, por simple placer. Seguro que tú también has topado alguna vez con algún autentico «cabronaz@», ese que cuando es niño no es que sea malo y haga travesuras… Es que es realmente diabólico.
Éste tipo de gente terminan solos pero a menudo llegan alto porque no tienen principios, al fin y al cabo pisar a otros ayuda a subir al menos en política y profesionalmente. Por ello mi teoría es: el ser humano es bueno por naturaleza y aunque se puede llegar lejos siendo bueno y honesto, ser un cabrón es una buena lanzadera hacia el éxito (al menos político). Los cabecillas políticos tienen por ello un grado de maldad más alto que la media, pero la masa es manipulable, así que al final la inercia gana, el ser humano sigue siendo el mayor cancer para sí mismo y terminamos siendo astronautas, físicos nucleares y excelsos poetas; pero en el fondo seguimos involucionando como al principio: matandonos unos a otros con el pretexto de vender armas en Africa, por la droga y los diamantes en Sudamerica, por orgullo en Irak o por la religión en todas las partes posibles.
No es que el mundo esté loco, están locos unos cuantos, pero muchos dirigen al resto y creo que nunca cambiaremos porque simplemente no nos va a dar tiempo, y es que el mayor avance de la humanidad, que sería en mi opinión «la paz y la convivencia», nunca lo alcanzaremos.